La
especie humana corresponde al “Homo Sapiens” (“el homínido que sabe que sabe”);
esta especie ha aprendido tras un largo y complejo proceso evolutivo el uso de
las plantas medicinales para su beneficio.
Esto
se originó con la experiencia adquirida de la selección y uso de plantas
curativas; que debió de producirse mediante un mecanismo de ensayo-error;
propio de los primates y otros mamíferos.
Descubrieron
que lo que no mata, alimenta; observando a sus compañeros si sobrevivían tras
consumir alguno de estos alimentos; estos a su vez les informaban a los demás
sobre la experiencia.
La
“Medicina Tradicional” comenzó su auge en los años 70’s del siglo pasado; donde
se produjo un cambio importante en el empleo y estudio de la “Herbolaria” en
todo el mundo.
Este
cambio fue promovido por la “Organización Mundial de la Salud; el cual
reconoció que las plantas medicinales utilizadas por las culturas autóctonas
(llamadas también medicinas tradicionales) desempeñaban un papel importante en
la cultura de muchos países.
Este
regreso a la tradición, marcó un hito en el estudio de las plantas medicinales
en muchos países, entre ellos México.
México
es un País rico y extenso en flora; se dice que el saber que un pueblo posee
sobre las plantas medicinales es ancestral y empírico, ya que se trasmite de
generación en generación, desde hace muchos siglos.
Las
plantas nos ayudan a equilibrar nuestro cuerpo, ya sea tomadas como infusión, a
manera de emplastos ó en lociones, ramos para limpiar nuestra energía, etc. También son ricas en minerales.
En el mundo prehispánico hubo libros llamados:
“náhuatl amatli” de muchas materias
y tamaños, cuya elaboración era distinta
a los libros de los europeos.
Los amatli, se fabricaban de la corteza de un tipo de árboles, los AMATES, que pertenecen al género Ficus. Los amatli cuya forma y contenido es indígena, fueron llamados "códices" en el siglo XX, ya que todos ellos presentan la información dibujada. Es el caso del Códice Badiano, que en 1552 se elaboró en el Colegio de la Santa Cruz en Tlaltelolco de la ciudad de México, por un médico mexica, del barrio de Tlatelolco, llamado: Martín de la Cruz, conocedor de las plantas autóctonas, quien dicto en náhuatl el uso y propiedades de las plantas medicinales seleccionadas para esta obra.
Los amatli, se fabricaban de la corteza de un tipo de árboles, los AMATES, que pertenecen al género Ficus. Los amatli cuya forma y contenido es indígena, fueron llamados "códices" en el siglo XX, ya que todos ellos presentan la información dibujada. Es el caso del Códice Badiano, que en 1552 se elaboró en el Colegio de la Santa Cruz en Tlaltelolco de la ciudad de México, por un médico mexica, del barrio de Tlatelolco, llamado: Martín de la Cruz, conocedor de las plantas autóctonas, quien dicto en náhuatl el uso y propiedades de las plantas medicinales seleccionadas para esta obra.
Este es un pequeño libro manuscrito con el
título: “Libellus de medicinalibus indorum” (librito de las yerbas medicinales
de los indios) y se dió a conocer 4 siglos después como CODICE BADIANO. Este códice ofrece información de más de 150
plantas de uso prehispánico, esta obra se considera el primer libro de
herbolaria tradicional Mexicana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario