Tras los hechos
lamentables y reprobables en Francia, la atención mundial está puesta en dicho
país.
Analicemos un poco la situación, el
Terrorismo se ha extendido como plaga por todo el mundo; algunos países la
sufren constantemente. En México el terrorismo de estado lo vivimos continuamente,
lo cual nos habla de la decadencia en la inteligencia emocional en la humanidad
y de la involución de la raza humana.
El terrorismo atenta contra los valores más centrales de la Carta de las
Naciones Unidas: el respeto a los derechos humanos, al Estado de derecho, las
leyes, la población civil, la
tolerancia entre los pueblos y naciones, la
solución pacífica de las controversias políticas.
El terrorismo, se desarrolla
en situaciones de desesperanza, humillación, racismo, desigualdad, reclusión, pobreza,
opresión política, intolerancia a las creencias religiosas, represión a la
libre expresión, extremismo y violaciones de los derechos humanos,
legislaciones laicistas que se enfrentan a las costumbres religiosas,
xenofobias, fanatismos; extendiéndose en el contexto de conflictos regionales;
dando cabida a la ocupación extranjera para aprovecharse de la incapacidad de
los gobiernos para mantener el orden público.
“La Guerra Global contra el Terrorismo” se introduce a la opinión pública como un “choque de civilizaciones”, una guerra de valores y religiones, cuando en realidad se trata de una guerra de conquista, guiada por objetivos estratégicos y económicos de los países involucrados en la misma.
Una
vez más nos encontramos ante una controversia e incoherencia de ideologías de desarrollo
y crecimiento social, cultural, político, religioso y estructural, donde por
una parte el discurso demagógico de: tolerancia, igualdad, respeto, etc, etc,
etc; se presenta para combatir la supuestamente violencia; y por otro lado la imposición
de creencias e ideologías por medio de la fuerza y el temor.
Todos
estamos involucrados en esta manipulación y todos tenemos la solución.
Infórmate
de fuentes fidedignas, lee, analiza, investiga, discierne.
El
terrorismo nos grita que los sistemas mundiales, así como sus líderes se
encuentran en decadencia y se requiere de una reorganización y nuevos
planteamientos en los sistemas gubernamentales, así como en los códigos y
sistemas de creencias.
“Nadie puede hacer el bien en
un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo
indivisible.”
Gandhi.
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