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martes, 27 de octubre de 2015

Marihuana (Cannabis Sativa)





A unas horas de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, discuta un amparo para solicitar permiso de consumo y producción de cannabis para fines medicinales; surge la pregunta: ¿y desde cuando necesita la “marihuana o cannabis” amparos ó autorizaciones para su producción ó consumo?  Después de que las transnacionales farmacéuticas y el narcotráfico se adueñaron de las plantas “sagradas”, conocidas así por los “chamanes ó xamanes, chilam balanes, sanadores”, etc; de las antiguas culturas; comienza la monopolización y adulteración de los principios activos de las plantas sagradas, coca, peyote, hongos, amapola, etc; etc; en este caso hablamos de la marihuana ó cannabis.

“El Hombre Prehistórico usaba Alucinógenos como Acto Sagrado en los Rituales Funerarios”

La marihuana es originaria de Asia del Sur y central, su uso se remonta al siglo 3 a.c; según los textos Vedas. Se han realizado estudios arqueológicos en Asia Central, de donde es originaria la cannabis, que demuestran la utilización de pipas en este continente.

Las investigaciones genómicas sobre la cannabis, arrojan resultados sobre 11 distintas especies emparentadas, siendo el lúpulo la más cercana.
Las supuestas pruebas más tempranas de polen de cannabis, datan más o menos del 4500 a.C. En China el emperador Shen Nung uso por primera vez la marihuana como remedio medicinal en el año 2737 a. c; documentando su eficacia como remedio en el tratamiento de dolores reumáticos y producidos por la gota.

La marihuana se cataloga como planta cognodisléptica, (que estimula la imaginación). La marihuana difícilmente llega a producir alucinaciones, más bien altera mecanismos en la memoria de tal manera que es difícil recordar la información reciente, avivando todas las sensaciones y la fantasía, generando un estado de felicidad y serenidad.

La marihuana entró en la farmacopedia de los Estados Unidos desde 1850 hasta 1942 y se prescribía para varias condiciones incluyendo dolores de parto, náusea y reumatismo.

La marihuana se introdujo en América, en 1525 por los españoles, fue durante la colonia que se comenzó a popularizar; siendo en los años 60’s con el movimiento hippi, donde se utilizó sin medida.

El uso de las “plantas sagradas” en sus estados naturales y dosis adecuadas, contienen principios activos sanadores, ya que ayudan a la producción y liberación de neurotransmisores.

Los estudios médicos sobre cáncer de pulmón y mal de época; entre otras enfermedades degenerativas del aparato respiratorio, arrojan cifras alarmantes relacionadas a los fumadores de tabaco, mientras que es mínimo el riesgo en los fumadores de marihuana.

El tabaco suele ser más dañino debido a los químicos con los que se mezcla; pero una vez más vemos la manipulación de las empresas, farmacéuticas transnacionales y gobiernos para la legalización de una “planta sagrada” que sin duda son más los beneficios terapéuticos que aporta a la salud, que los daños que podría generar.

Pero el trasfondo de la legalización de la marihuana infiere en las grandes cantidades millonarias de dinero que dejarán de percibir las estancias involucradas en el narcotráfico.

Ninguna planta es mala, todas aportan algún tipo de beneficio, aún las venenosas. Somos los humanos que no hemos evolucionado lo suficiente para comprender que el mal y el bien (consciencia), radica en cada uno de nosotros; reflejándose en nuestros comportamientos e ideas prejuiciados a cerca del propósito de la madre naturaleza, pretendiendo monopolizar y controlar lo que nos pertenece a todos.

Sin duda es cuestión de ética.
Esto me recuerda una de las frases de Marco Tulio Cicerón: “Nada perturba tanto la vida humana, como la ignorancia del bien y el mal”

Bibliografía: Arqueobotánica:  BARIGOZZI  Ed. 1986“ The origin and domestication of cultivate plants. Elsevier. Amsterdam.

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